Humanizar. Hacer humano, familiar y afable a alguien o algo.
Soy Ricardo Cañabate (@richardcanabate), administrativo sanitario de Atención Primaria desde el año 2006 y desde finales de 2015 Community Manager freelance y CEO del proyecto #TICproquo y del blog https://mediaticumblog.wordpress.com/
Hoy no vengo a hablar de seguidores, ni de anglicismos tipo Silicon Valley.
Vengo a hablaros de algo que es más básico y esencial.
Y la verdad es que no se me ocurrió algo mejor con lo que estrenarme como colaborador del @humanizagestion (Humanización de la Gestión Sanitaria). Espero que ustedes sepan disculparme.
Os traigo una historia.
Es una historia de las que esconde una moraleja.
Hace ya algún tiempo me pasó algo en el mostrador de Atención al Usuario.
Era una tarde normal de un día normal y de un turno normal. Nada destacable dentro de la monotonía del mostrador.
Curioso lo de’ mostrador’.
Ese elemento al que frecuente y recurrentemente se le denomina ‘la puerta de acceso al sistema’, pero que demasiado a menudo se le disgrega como un elemento que no forma parte del mismo.
Esos profesionales que parecen sacados de quién sabe dónde y que en cambio son unos cortafuegos de innumerables situaciones que van en beneficio del resto de compañeros y del propio centro; en definitiva, del equipo.
¿Es la capacidad de ‘humanizar’ un estado carencial del organismo?
Pero hoy no toca hacer un tratado sobre la falta de reconocimiento que tiene el colectivo de los administrativos de la salud, ya sea fomentado por algunos líderes o por el propio Sistema.
La realidad es que aún hoy el binomio entre profesionales sanitarios y administrativos es complejo, más si tenemos en cuenta que muchos profesionales asistenciales desconocen las múltiples tareas que se llevan a cabo desde el mostrador.
Y es que existe un alto porcentaje de desprestigio en cuanto a la figura de los profesionales de las unidades de Atención al Usuario. Por citar un ejemplo, cuando se habla de ‘criterio profesional’ parece que es algo que no tiene relación con el personal administrativo.
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La otra tarde llegó una familia al mostrador con una señora de algo más de 83 años.
Para humanizar su figura diremos que se llama MARÍA.
Según explicaba la cuidadora, María presentaba un cuadro bastante raro: estaba ausente, no la entendían y parecía quejarse de un fuerte dolor de cabeza.
Partiendo de la base de que no soy médico, se me ocurrió hacer la secuencia del código ICTUS
Menuda tontería, ¿verdad? Un administrativo de Atención Primaria haciendo preguntas sobre salud a una usuaria en pleno mostrador, a la vista de todo el mundo.
Bueno, en ese momento lo que menos se me pasó por la cabeza era la intimidad de la paciente, dado que preferí comprobar si reunía las mínimas condiciones como para ser un ICTUS
María cumplía estos criterios:
- Hablaba muy raro
- No podía levantar un brazo
Decidí levantar el teléfono, mientras forzaba una visita, y decirle a un médico de mi equipo que tenía un posible caso de ICTUS.
Para ser justos diré que no hubo problema en forzar la visita, ni que María tenía otro médico de cabecera que en aquel momento estaba fuera de su jornada laboral.
10 minutos después estaba entrando una ambulancia por la puerta por ICTUS confirmado.
Cosas que no hace el ICTUS:
- no avisa
- es inminente
- el tiempo de reacción es vital
MORALEJA:
Todos podemos ser de gran ayuda si funcionamos en equipo, sin fisuras, sin estar pendientes de las agendas del resto de profesionales asistenciales ni poniendo en duda de forma sistemática las decisiones que se toman desde el mostrador de Atención al Usuario.
Simplemente es una cuestión de integridad y respeto como equipo hacia todo sus integrantes.