Desde HUGES nos hemos caracterizado desde nuestra creación en estar al lado de las personas, y en concreto de los profesionales sanitarios desde el campo de la gestión sanitaria, y en la actualidad sumidos en la grave pandemia del coronavirus, donde se suceden los casos confirmados entre la población, sumando muertes de una manera alarmante y constante, donde los profesionales sanitarios, entre otros, están dando la cara trabajando sin descanso para paliar los efectos del COVID19, doblando turnos, renunciando a sus fiestas y vacaciones ya programadas, trabajar en condiciones de presión inimaginables, cubiertos con EPI en caso de disponerlos de manera adecuada, asumiendo el riesgo del propio contagio a estar a plena exposición frente al virus.
Prueba de ello que han caído ya un gran número de profesionales: desde médicos a enfermeras, desde auxiliares a celadores, desde administrativos a técnicos de emergencias sanitarias: desde aquí manifestar nuestro pesar para sus familiares y amigos, ya que han dado su vida en cumplimiento de su trabajo. Cuando todo pase ya será el momento de depurar las resposabilidades pertinentes.
Cada día a las 20 horas, los balcones de toda España se llenan de aplausos dirigidos a agradecer la labor de los profesionales sanitarios, son unos minutos festivos, donde se aprecia una solidaridad que emociona, pero cada día a través de las redes sociales estamos siendo conocedores de acciones por parte de vecinos de inmuebles, donde se sugiere a los profesionales que viven en sus edificios a abandonar los mismos para no contagiar a la comunidad.
¿Esto es solidaridad?
¿Esto es empatía?
¿Esto es agradecimiento?
Pasar de héroes a villanos en cuestión de días. Es preciso cuidar a quienes cuidan Estos ejemplos son deleznables y forman parte de la hipocresía de la sociedad. Desde HUGES nuestra repulsa más evidente!
También en Francia se suceden acontecimientos similares, como relata el artículo publicado en El País: “¿Es usted enfermera? ¡Pues largo de aquí!” La crisis del coronavirus ha hecho alternar en Francia propuestas solidarias con amenazas y discriminación. Enlace aquí
Sin duda todo estas conductas deben terminar, por verdadera solidaridad para quienes están trabajando por la sociedad arriesgando su vida, como los compañeros citados anteriormente que ya no podrán volver a sus puestos de trabajo, no podrán volver a estar junto sus familias y amigos, y que no podrán disfrutar de la victoria contra el coronavirus puesto que han pagado con su vida la libertad del resto de la sociedad.
RESPETO y HONOR a todos los profesionales que trabajan día a día por ello