Enfermera desde el año 1992. Trabajé como enfermera clínica 10 años. Llevo 17 años como Responsable de Investigación en Cuidados, y considero que con cada una de las propuestas de investigación y estudios llevados a cabo, en los que he asesorado y/o participado, he contribuido en cierta medidaa mejorar la atención de los pacientes, fomentando unos cuidados de excelencia.
Gracias a los cambios acontecidos en el plano académico, he conseguido la titulación de Máster y Doctorado, lo que me ha valido para poder posicionarme como Jefe de Grupo de Investigación en Enfermería y Cuidados de Salud, del Instituto de Investigación Sanitaria Puerta de Hierro-Segovia de Arana (Idiphisa), desde donde podemos seguir avanzando en el desarrollo de la profesión y promoviendo la implementación de las mejores prácticas clínicas en base a los resultados de nuestras investigaciones (http://investigacionpuertadehierro.com/investigacion/areas-de-investigacion/investigaciones-quirurgicas-trasplantes-y-tecnologias-sanitarias/35-grupo-de-investigacion-en-enfermeria-y-cuidados-de-salud/).
¿Qué es para Ud. la humanización?
Desde mi punto de vista, la humanización implica situar a la persona en el centro de todas nuestras acciones, asumiendo que siente y padece todo lo que acontece a su alrededor, que arrastra una historia propia y única, que es similar pero diferente a cualquier otro ser humano en cuanto a las necesidades que puede tener en un momento determinado, pero que sin duda vivirá mejor su experiencia si recibe un trato cordial y cálido de todos los que le rodean y pueden ayudarle en un momento concreto de su vida.
El concepto de humanización está ligado a la inteligencia, la integridad, la libertad, la toma de conciencia de uno mismo y del otro, la dignidad, la gentileza, la cordialidad, la coherencia, la ética, la competencia, el compromiso, y multitud de significados que nos recuerdan que todos y cada uno de nosotros podemos marcar la diferencia con una sola palabra, una mirada, un contacto cálido aunque sea momentáneo, el tono de nuestra voz, o dedicando un tiempo para hacer algo que necesita otra persona.
Creo que es imperativo aplicar la humanización en cualquier contexto de nuestra sociedad, pero que toma un cariz distinto si lo situamos en el contexto sanitario, donde la persona sufre, física y/o emocionalmente, siente miedo, se siente vulnerable, puede percibir el peso de la soledad o el abandono, y tiene una necesidad de atención, que no puede recibir en otros contextos. Ese hecho circunstancial que implica que una persona acuda a un centro sanitario para recibir un tipo de atención específica y exclusiva, con frecuencia de gravedad, hace que los profesionales sanitarios y no sanitarios que desempeñan su labor en dichos centros sean personas muy relevantes cuyas acciones marcarán la diferencia en la experiencia vivida por parte de pacientes, cuidadores y familiares, desde que el paciente entra en el centro hasta que vuelva a salir de él, así como en la percepción que tengan de la calidad de la atención recibida.
Pero, la humanización en las instituciones sanitarias no es unidireccional. Para dinamizar y aplicar lo que este amplio término significa, es fundamental que los pacientes y familiares nos sientan próximos, que sepan que empatizamos y comprendemos su situación y que somos capaces de transmitirles el mensaje que necesitan, aunque no siempre tengamos solución para su problema de salud o no podamos evitar la pérdida del ser querido. De igual forma, los profesionales y trabajadores necesitan cierta comprensión y el mismo trato gentil, educado y cálido que esperan recibir los pacientes y familiares. Pero, esa sintonía humanizadora en las relaciones interpersonales entre profesionales y pacientes/familiares no es suficiente, ya que también es imperativo que se humanicen las relaciones interprofesionales dentro de los equipos de trabajo, además de una creciente necesidad para que se fomente una buena comunicación y cohesión entre gestores y profesionales/trabajadores del ámbito sanitario para conseguir un equilibrio óptimo. Difícilmente se puede hablar de humanizar la atención, si no se trabaja en la humanización de la gestión de las personas que trabajan en las instituciones y están implicadas en ofrecer la mejor atención a los usuarios del Sistema Sanitario.
¿Tiene alguna experiencia personal en el mundo de la humanización de la sanidad?
Atendiendo al amplio concepto de la humanización, creo que puedo afirmar que cuento con experiencia personal en el tema, desde distintas perspectivas (asistencial, gestora, docente e investigadora).
La más reciente, está relacionada con mi participación como miembro de la Comisión de Humanización del Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda. Por suerte, he podido trabajar, ofreciendo apoyo científico-técnico, con una Dirección de Enfermería que está altamente concienciada y sensibilizada sobre la necesidad de mejorar la percepción que los pacientes y familiares tienen de la atención recibida, desde una perspectiva más humanizada. Esta visión de la Dirección supuso la creación de un Grupo de trabajo que tenía como objetivo identificar y seleccionar un conjunto de medidas y estrategias a implementar a corto, medio y largo plazo encaminado a mejorar el confort, la intimidad, favorecer el descanso, mejorar el manejo del dolor y minimizar el ruido en el hospital. Esta iniciativa se integró dentro del Plan de Humanización del Hospital, que en los 4 años de desarrollo ha supuesto la implementación de distintos paquetes de medidas que han mejorado los resultados obtenidos en valoraciones previas.
En este contexto, y para dar más solidez al Plan de Humanización y valorar su eficacia, se llevó a cabo un estudio para el diseño y validación de una herramienta denominada Escala Humaniza-Hospital que permitió conocer la percepción de pacientes y familiares sobre la humanización de la atención en el contexto hospitalario. Se trata de una escala fiable (alta consistencia interna de la escala con coeficiente alfa de Cronbach de 0,95 e IC95% 0,93-0,96)con 33 ítems y cuatro factores: “actitudes y práctica de los profesionales”, “manejo del dolor”, “ruido”, “habitación del paciente”. De fácil uso y aplicación.
Las estrategias llevadas a cabo y los buenos resultados obtenidos, le han valido al hospital para obtener distintos reconocimientos y premios:
- En octubre de 2017 el Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda recibía la Placa Best In Classal Mejor Proyecto de Humanización de la Asistencia Sanitaria. Un galardón como muestra de su compromiso y buen hacer en este sentido, con la iniciativa ‘Los gestos que dejan huella’ (file:///C:/Users/52195988H/Downloads/1354677952030.pdf; https://www.gacetamedica.com/politica/la-comunidad-de-madrid-deja-huella-en-humanizacion-de-la-asistencia-FE1754326).
- En julio de 2018 el Hospital Puerta de Hierro Majadahonda obtuvo el sello EFQM 500+ de Excelencia en la Gestión a nivel europeo. Esta evaluación premia el trabajo en busca de la mejora continua, certifica la calidad asistencial ofrecida por la Institución, la eficiencia de su gestión, la innovación y su clara orientación al paciente.En el informe final, los evaluadores destacaron varias buenas prácticas que diferencia este centro de sus homólogos. Cabe destacar, entre ellas, el Proyecto de Humanización del Hospital (https://www.redaccionmedica.com/autonomias/madrid/-este-sello-acredita-al-puerta-de-hierro-como-centro-solvente-y-sostenible–1273).
- En Noviembre de 2018 el Hospital Puerta de Hierro Majadahonda fue el ganador del II Premio a las Buenas Prácticas 2018, con el proyecto titulado “El confort y descanso de nuestros pacientes: Hacia el ruido cero”, convocado por el Club Excelencia en Gestión, galardón entregado en el VI Foro de Excelencia en Sanidad celebrado en Madrid bajo el lema “Excelencia socialmente responsable” (http://www.clubexcelencia.org/el-hospital-universitario-puerta-de-hierro-majadahonda-premio-por-su-humanizadora-atencion-al).
Por mi parte, me siento orgullosa con mi participación y contribución en la consecución de estos logros.
¿Cómo humanizaría el mundo de la gestión?
Creo que la base reside en no olvidar que la gestión la ejecutan personas que trabajan con personas. Eso implica que es necesario establecer medidas que favorezcan la conciliación familiar, que mejoren el magnetismo de los profesionales y el sentido de pertenencia en las instituciones, que los profesionales sientan el compromiso y la corresponsabilidad de su trabajo, porque se sientan reconocidos y recompensados por sus inmediatos superiores y los gestores. Es necesario establecer medidas que permitan el desarrollo profesional, ofrecer iniciativas de promoción profesional y fomentar el dinamismo interprofesional.
Es necesario contar con gestores que sean creativos, que despierten el ingenio, que sean capaces de liderar los equipos, que empaticen con los profesionales que están bajo su responsabilidad, que sean buenos comunicadores, que sepan encontrar el equilibrio entre lo que demandan a los profesionales y lo que les ofrecen.
¿Opina que los valores y la ética van de la mano a la hora de re-humanizar la organización?
Por supuesto. Los valores y la ética son inseparables para poder hablar de humanización.
¿Dónde debe iniciarse la humanización?
Siempre he creído que los buenos profesionales lo son porque tienen valores intrínsecos a su persona, por lo tanto, el proceso empieza en el reconocimiento de uno mismo de sus propias capacidades y limitaciones. Sin embargo, en el contexto sanitario, es preciso reforzar esos valores dentro de los equipos, en el sentido más transversal posible, y seguir inculcando la humanización a los profesionales de forma permanente y de manera constructiva y participativa.
¿Conoce a algún personaje histórico que fuera humanizador?
He podido leer a los interlocutores que han sido entrevistados antes que yo y he identificado a algunos personajes históricos que han dejado una gran huella en su periplo por la defensa de los derechos humanos y las libertades (Mahatma Ghandi, Nelson Mandela), el cuidado de los más desfavorecidos (Madre Teresa de Calcuta) y el avance hacia el progreso con las múltiples aportaciones en las ciencias y en las letras, donde se podrían enumerar a multitud de personajes relevantes.
Pero, he querido rendir tributo a todas aquellas personas y organizaciones que contribuyen de una manera muy especial a cambiar el mundo que rodea a las personas enfermas y discapacitadas, porque considero que su gran labor no está suficientemente reconocida como se merecen y gracias a esas mujeres y hombres podemos afirmar que el mundo es mejor. A todas ellas mi más sincero agradecimiento por la gran labor que realizáis cada día.
¿Por su experiencia como enfermera investigadora como cree que debería enfocar el Proyecto HUGES sus actividades?
Si estuviera en una asesoría primero os preguntaría por vuestros objetivos, luego os ayudaría a diseñar estudios que os permitiera obtener datos suficientes para plantear líneas de trabajo dinámicas, flexibles y constructivas, que os permitiera avanzar hacia la consecución de vuestros retos.
Si además, os viera un poco desorientados, os propondría algunas ideas, que por mi propia experiencia, aún requieren búsqueda de solución: desde la identificación de perfiles de profesionales asistenciales más desmotivados y los factores asociados, y lo mismo con gestores clínicos; la identificación de distintos modelos de gestión de personas con sus ventajas e inconvenientes; la identificación de las personas y los factores asociados al absentismo laboral; la percepción que los profesionales tienen de sus equipos gestores/directivos, los modelos de gestión y los cambios que propondrían; entre otras ideas.