Es editor del blog Salud con Cosas y autor del libro “Conversaciones sobre gestión sanitaria”.
1 ¿Qué es para Ud la humanización?
Humanizar implica no olvidar que trabajamos con y para personas. En ocasiones, la presión del día a día, la tecnología o los propios procesos nos llevan a olvidar que detrás de todo lo que se hace en el sistema sanitario hay personas. La humanización es uno de los cimientos de esa frase/mantra que es “el paciente en el centro del sistema”.
2 ¿Tiene alguna experiencia personal en el mundo de la humanización de la sanidad?
Durante todos los años que llevo trabajando en el sistema sanitario público, he colaborado (e incluso impulsado) en proyectos que tienen la humanización como base de trabajo. Dado que mi trabajo se ha centrado en áreas no asistenciales (soy economista), la mayor parte de esos proyectos se dirigían a la mejora de la experiencia del paciente. Pero no solo eso, ya que humanizar también es mejorar las condiciones de trabajo de los profesionales (desde lo económico hasta el propio espacio de trabajo), y quizás ese lado de la H ha estado algo más descuidado.
3 ¿Como humanizaría el mundo de la gestión?
Escuchar, promover, participar, abrir puertas, transparencia, cercanía, etc. Poniendo los pies en el suelo, creo que queda mucho camino por recorrer en cuanto a las condiciones de trabajo de los profesionales (tipos de contratos, turnos, mejora del compromiso, etc) y también sobre la participación real de los pacientes en la gestión de los centros sanitarios. Otro elemento clave para la humanización en gestión es que los jefes, mandos intermedios y directivos tengan en cuenta todo lo que estamos comentando, y sean capaces de interiorizar que su liderazgo y su forma de dirigir y gestionar tiene un impacto directo en la calidad de vida profesional y en los resultados en los pacientes. A veces parece que en los despachos no se vive la realidad.
4 ¿Opina que los valores y la ética van de la mano a la hora de re-humanizar la organización?
Por supuesto. No obstante, la organización sanitaria tiene un nivel muy elevado de complejidad y cualquier medida de re-humanización puede generar resistencias o suspicacia, incluso cuando los valores y la ética son los protagonistas. Cualquier cambio, incluso el más lógico, puede generar miedo.
5 ¿Dónde debe iniciarse la humanización?
Creo que es un tema cultural. No tiene nada que ver con proyectos concretos o con cursos de formación, humanizar es algo que debe formar parte del ADN de la organización: que los jefes lo tengan en cuenta, que las estrategias incorporen las líneas maestras de la humanización, y que así poco a poco la forma de trabajar y los procesos se vayan contagiando. Y por supuesto, hay que predicar con el ejemplo. Una cosa son las ideas y otra cosa es ponerlas en marcha.
6 ¿Conoce a algún personaje histórico que fuera humanizador?
Creo que Albert Jovell resume muy bien la esencia de la humanización. Aunque es cierto que la lista de personajes históricos que podrían incluirse en la respuesta a esta pregunta sería interminable, de hecho muchos de los expertos que ya han participado en el Café Huges han recomendado a personajes de primer nivel. Pero no podemos ni debemos olvidar la labor casi anónima de personas que humanizan en su día a día: voluntarios, pacientes, profesionales, gestores, líderes informales, etc. Quizás su tarea y su impacto es mucho mayor que el de los personajes históricos, pero se habla menos de ellos.
7 Por su experiencia como gestor sanitario y blogero como cree que debería enfocar el Proyecto HUGES sus actividades?
Siguiendo la línea que ya lleva el proyecto: cercanía, participación, colaboración con múltiples entidades. Es importante promover aún más la comunicación y el intercambio de ideas (bien sea en redes o en encuentros presenciales).